miércoles, 23 de julio de 2014

CODIGO MONETRIO Y FINANCIERO




El proyecto de Código Monetario y Financiero, entendido como un instrumento que contribuiría a cambiar las relaciones de poder que históricamente han predominado en el Ecuador, es un elemento clave dentro del proceso político de trasformación en el que la institucionalidad económica, financiera y social nacional apuntalan un nuevo modelo económico en el que prevalece la supremacía del ser humano sobre el capital financiero.
Es así que el proyecto busca dar continuidad a un proceso de conversión del Estado burgués clasista hacia un Estado popular no clasista, en donde las reglas del juego no se definen por la clase dominante [concebida como el poder mediático de los grupos financieros privados, el corporativismo o empresariado en los espacios públicos, la dominación de los países hegemónicos o las burocracias internacionales] sino por el pueblo, el poder popular – el legítimo mandante.
En el Ecuador, transformar el Estado burgués clásica significa reformar y reemplazar a las instituciones de explotación y acumulación existentes. Implica transitar de un modelo de acumulación primario exportador y altamente dependiente de importaciones, sosteniendo por y al servicio de la banca privada y de los grupos económicos hegemónicos, hacia un modelo económico social y solidario cuyo objetivo es propender a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado; lo que significa dar fin a las deficiencias estructurales de la economía de mercado cuyo más perversos efectos fueron globalmente puestos en evidencia durante la reciente crisis financiera internacional iniciada en la segunda mitad del 2008.
Para evaluar estos antecedentes, es pertinente recapitular sobre el origen y evolución histórica de las políticas económicas y financieras en el Ecuador, provenientes de instituciones excluyentes que han procurado garantizar la preponderancia del poder político de quien tiene el desarrollo equitativo e incluyente, creó un aparato de dominación social que registró sus episodios más dramáticos en 1914 y 1999 durante las dos más grandes crisis bancarias de la historia del Ecuador.

Por su parte, la política monetaria y financiera se caracterizaban desde ese momento por lo establecido en la ley de Monedas 1898 y en la Ley de Bancos 1899, esto es el predominio de bancos privado que con la capacidad legal de poner moneda en circulación asumieron gran parte del rol del Estado en la economía como oferentes de crédito para toda actividad productiva significativa, asumiendo en la practica el control de las variables monetarias como el tipo de cambio y las tasas de interés, y, de facto, el poder sobre el manejo de la oferta monetaria.
Tanto la Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco 1992 como la Ley General de Instituciones del Sistema Financiero 1994, incorporaron tale como: facultades a la banca comercial para prestar servicios de banca de inversión, vinculación accionaria de los bancos con otros sectores económicos, relajamiento de los indicadores financieros bancarios, pérdida de capacidades de la Superintendencia de Bancos, concentración de créditos en pocas personas o empresas vinculadas a las instituciones financieras, proliferación de agencias “off shore” que fueron legalizadas ocasionando fugas de capitales y defraudación de impuestos, liberalización de las tasas de interés, introducción de nuevos productos bancarios relacionados a las especulación internacional, plena circulación de las divisas internacionales en el país y su libre transferibilidad al exterior, y aumento indiscriminado del numero de instituciones financieras pese a ser un mercado relativamente pequeño.

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